domingo, 1 de junio de 2008

Las mejores escenas de la historia del cine (y 7)


Para esta última entrada de la sección dedicada a recoger las mejores escenas de la historia del cine, me gustaría incluir la secuencia de una película muy concreta y conocida, una película que, para la mayor parte del público en general no necesita ningún tipo de presentación, tal es su importancia y relevancia. La cinta a la que me estoy refiriendo se trata de “Ciudadano Kane”, una de las cumbres del desarrollo cinematográfico mundial, la cual a impresionado y maravillado tanto a la crítica como al público durante los más de 60 años que han transcurrido desde su estreno en 1941, un estreno que por desgracia se vio envuelto en multitud de problemas y de censuras durante la época, algo que hoy en día (especialmente tras ver la película), nos parece completamente incomprensible y descabellado.

La cinta (dirigida, protagonizada y co-escrita por un jovencísimo Orson Welles que contaba con apenas 26 años durante el rodaje de la película), se centra en recoger los principales hechos de la vida de un archimillonario magnate de la prensa llamado Charles Foster Kane, los cuales son transmitidos en forma de Flash back por sus amigos y allegados a un periodista llamado Jerry Thompson (William Alland), cuyo jefe le ha encomendado la misión de entrevistar a todas las personajes que conocieron en vida a Kane con el único objetivo de averiguar el significado de la última palabra que dijo antes de morir, una palabra mágica, una palabra que contiene todo el significado de la vida del magnate (y por supuesto de la propia película), Rosebud. A lo largo de esta monumental obra maestra, Jerry Thompson escudriñará en la biografía de Charles Foster Kane descubriendo una vida vacía, una vida marcada por una infancia difícil que estigmatizó al magnate para el resto de su acomodada existencia, la cual estuvo caracterizada tanto por las ganancias multimillonarias y la promoción social (durante la película Kane casi consigue ser elegido gobernador del estado de Nueva York), como por la pérdida irreparable de amigos, parejas sentimentales y demás amistades, algo que a nuestro protagonista no parecerá importarle mucho en un principio.

Orson Welles se basó de forma bastante directa en la vida de un magnate de la prensa real, William Randolph Hearst, poderoso individuo de la América de la época que hizo todo lo posible para impedir que la película fuese siquiera estrenada, algo que por suerte para todos no ocurrió finalmente.

La secuencia que he decidido incluir en esta entrada corresponde a la parte final de la película, en la cual se nos dice casi de forma milagrosa el significado completo de la misma, el cual solo es revelado y compartido al espectador, ya que el resto de personajes de la película jamás averiguan el significado de tan enigmática palabra. A pesar de que no me considero ni mucho menos un crítico de cine ni nada semejante, si que puedo afirmar que el final de esta película se encuentra entre los mejores finales que jamás he visto en la gran pantalla, sino el mejor. Las escenas en las que Kane destroza la lujosa habitación de su esposa preso de la ira tras comprobar que esta le ha abandonado encontrándose ya harta de ocupar un puesto en la vida de su marido poco más importante que el de las costosas estatuas que adornan su palacio, o la larga secuencia final, filmada sobre las interminables pertenencias del magnate y llevándonos finalmente hasta un pequeño objeto que nos desvelará todo el misterio, resultan memorables, por no hablar de la increíble banda sonora del gran Bernard Hermann, sin cuya aportación esta escena final no sería tan excelente como lo es realmente. Cada vez que veo esta maravillosa película, más cuenta me doy de que hoy en día es completamente posible hacer cine semejante a este, de tanta calidad y sobretodo tan innovador como supuso, y supone aún, “Ciudadano Kane”.
También aprovecho esta entrada para informaros de que próximamente colgaré en la web una pequeña encuesta en la que podréis exponer vuestras opiniones en relación a esta sección. Muchas gracias por vuestro apoyo.


2 comentarios:

JP dijo...

Felicidades por tu blog, eres un verdadero cinéfilo.

Me pasaré por aquí a partir de ahora, me he suscrito para seguirte.


Saludos,
JP

Historias de JP

Anónimo dijo...

Qué voy a decir de Citizen Kane, que no se halla dicho ya!, un puto icono del siglo XX, un icono del cine y del buen gusto. La genialidad elevada a la enésima. No es posible encontrar adjetivos que la definan con justicia.
La mejor elección que has podido hacer, para cerrar este ciclo de las mejores escenas.
Felicidades!