lunes, 18 de agosto de 2008

"Pasaje a la India", de E.M. Forster (1924)

Excelente obra de E.M. Forster y una de las novelas más importantes de la literatura contemporánea

Lo que son las cosas…hace apenas una semana escasa que a este vuestro anfitrión se le ocurrió la jubilosa idea de realizar una limpieza general en su cuarto, algo que finalmente acabó convirtiéndose en una especie de misión suicida distinguida con la orden de “buscar y destruir”, como si esta hubiese sido impuesta por alguna clase de jefatura militar con el objetivo de eliminar todos los trastos, cachivaches y objetos variados cuya utilidad hubiese llegado a su fin y su presencia entre aquellas cuatro paredes careciese ya de todo sentido.

Finalmente, la operación obtuvo un éxito abrumador. Todos los objetos inservibles fueron a parar directamente a la basura y los restantes fueron regalados, mientras que ingentes (y en mi opinión, desconocidas hasta la fecha) cantidades de polvo fueron desalojadas de los cajones y rincones más inhóspitos de mi cuarto, rincones que parecían llevar cientos de años sin que la luz del sol proyectase sus potentes rayos sobre ellos, pudiendo así descubrir nuevos espacios y desenterrar algunas antiguas joyas sepultadas por el tiempo (y por qué no decirlo, también por la mierda y la suciedad), llevándome una grata sorpresa.

Imitando casi a Howard Carter en su descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón en 1922, me incliné justo delante de la primera estantería, extendiendo mi brazo hasta el máximo para poder escudriñar a fondo aquel rincón olvidado de la mano de dios en busca de cualquier objeto que pudiese recuperar para su posterior selección, siendo más tarde eliminado, regalado o vuelto a colocar en su legítimo sitio, todo ello dependiendo de sus características y estado de conservación. En aquella tediosa búsqueda pude rescatar varios objetos tales como algunos libros, juguetes que no veían la luz del día desde que yo tenía cinco años y algunas cosas más, pero sin duda lo que más me sorprendió fue uno de los libros que encontré, un libro en particular que hacía años que no le leía, el cual, inexplicablemente, fue a parar a aquel olvidado rincón.

Mi interés personal por aquel libro surgió como consecuencia del visionado de una película basada en los acontecimientos descritos en dicha novela, una brillante adaptación cinematográfica dirigida por David Lean que no hizo otra cosa que despertar mi curiosidad por la lectura de la obra escrita así como por descubrir algunas de las otras obras de su autor, algunas de las cuales se han convertido a día de hoy en algunos de mis libros favoritos.

“Pasaje a la India”
era el nombre de aquel libro, y E.M Forster el de su autor, los cuales me han vuelto a hacer recordar viejos tiempos y a maravillarme con su lectura tras haberle leído de nuevo en el transcurso de la última semana, pudiendo descubrir el hecho de que se trata de una obra que sin duda mejora con el tiempo, manteniéndose al día a pesar del paso de los años.

En la novela, su autor nos traslada a la India de la década de 1920, momento en el que la mayor parte del subcontinente (así como otras regiones limítrofes como Birmania), se encontraban bajo el dominio efectivo del Imperio Británico desde hacía mucho tiempo, el cual desarrollaba un potente control económico de las riquezas naturales del país, explotándolas y exportándolas a los más diversos lugares del imperio del rey Jorge V y creando con ello un floreciente comercio que beneficiaba en grado sumo al poder indiscutible de Gran Bretaña, cuyo imperio comenzó a caer en la decadencia en esta misma época, especialmente con el advenimiento de las dos guerras mundiales.

Durante este tiempo, la población de la India sufría continuamente los abusos del colonialismo británico, ya que esta vasta colonia había sido concebida por Gran Bretaña como una colonia de explotación, manteniendo una reducida presencia inglesa destinada principalmente a controlar el flujo de las mercancías y a mantener el orden en el país, si bien la situación del subcontinente no distaba demasiado de la sufrida por otras colonias europeas en África y Asía como era el caso de la Indochina francesa o el Congo Belga, produciéndose en este último lugar una de las situaciones más precarias e inhumanas sufridas por los países colonizados por Europa durante la etapa conocida como Nuevo Imperialismo.

En este contexto, E.M Forster nos sitúa la historia de Pasaje a la India, explorando profundamente los diversos conflictos originados en una tierra en la que el choque constante de culturas era algo que estaba a la orden del día y que por desgracia no siempre terminaban favorablemente, tratándose también de un mundo terriblemente injusto, todo ello narrado a través de la historia de tres personajes principales:

Adela Quested es una joven profesora de escuela británica que realiza un viaje a la India acompañada por una mujer de avanzada edad, la señora Moore, cuyo hijo contraerá matrimonio con Adela una vez que estas lleguen a su destino, una pequeña ciudad ficticia llamada Chandrapore, donde Ronny (el hijo de la señora Moore), ejerce como magistrado de la ciudad. Nada más llegar allí, las mujeres comenzarán a descubrir una India muy alejada de sus idílicos pensamientos, una India que, a pesar de tener una enorme diversidad y riqueza cultural, se presenta tensa y muy castigada por sus vecinos británicos, los cuales parecen condenar al ostracismo a la población autóctona evitando relacionarse con ellos al máximo. Será durante su estancia en el país asiático cuando ambas mujeres entablen amistad con el doctor Aziz, un médico musulmán que será acusado injustamente de intento de violación por parte de Adela durante la visita que esta, y otros miembros de la comunidad de Chandrapore, realizan a las llamadas cuevas Marabar, desencadenando un vergonzoso proceso judicial en el que se pondrán dramáticamente de relieve todas las diferencias culturales, políticas, sociales y económicas existentes entre británicos e indios.

E. M. Forster realiza un soberbio trabajo de investigación y análisis acerca de los elementos culturales más sobresalientes de la cultura de la India a lo largo de esta novela, utilizando inteligentemente el acontecimiento del juicio por intento de violación del doctor Aziz para ponernos de relieve las profundas diferencias existentes entre los británicos y los indios, entre dos versiones diametralmente opuestas de enfocar la vida y de cómo ver y entender las cosas, una amarga visión de un mundo tremendamente injusto como era el del colonialismo en casi todos sus niveles. El autor hace uso de su propio conocimiento del terreno (viajó a la India en 1914) para poder realizar una exhaustiva descripción del terreno, describiéndonos los evocadores paisajes del país asiático con todo lujo de detalles y utilizándolos como telón de fondo para poder desarrollar la historia, una historia que, a pesar de describir un conflicto tan tristemente reciente, también nos muestra lo mejor y lo peor de dos culturas tan diferentes como son Oriente y Occidente, dos mundos opuestos que pueden llegar a convivir perfectamente, aunque tal y como podemos leer en la novela (y debido especialmente a la situación vivida en la época), esa convivencia parece convertirse en una verdadera utopía.

Esta se trata de una excelente novela altamente recomendable, un verdadero vehículo que nos puede transportar a una época muy concreta y a través del cual podemos llegar a comprender mucho mejor los problemas de ese tiempo, pero si hay una persona a la que me gustaría especialmente recomendar esta novela es a Zina, gran compañera y colaborada de este gran universo que es la blogosfera y gran amante de la lectura, quién nos deleita siempre con sus inmejorables artículos y de quien La Ciudad de los Náufragos ha tenido el honor de recibir la nominación al premio Weblog brillante, por lo que la estoy nuevamente agradecido.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Kevin, es todo un placer, como siempre. Muchas gracias por tu comment y enhorabuena por la nominación que Zina te ha otorgado, conjuntamente con mi blog, entre otros, para "weblog brillante". Sin duda merecidísimo. En cuanto a "Los Partyculares" de momento estoy bastante satisfecho, más incluso de lo que esperaba. Espero verte el día del estreno. Y también espero que nos veamos en septiembre cuando acabe ese horror de los exámenes. Un abrazo!!

Capri c'est fini dijo...

Preciosa novela, me encanta Forster, es la típica obra inglesa que siempre saco un hueco para leer. Por cierto, felicidades por el premio, entiendo porque te lo han dado. Saludos.

David dijo...

El hecho de poder combinar el cine con la literatura es algo estupendo. Disfruto mucho de leer a distintos autores que me recomiendan. Como ya tengo mis Pasajes a Europa espero poder conocer a nuevos autores de esa zona